Reseña de la presentación en la sede de la ELP.

Enlace de audio: Biblioteca de Orientación Lacaniana de Madrid. 20 de Mayo de 2015.

tejido Joyce escuela psicoanálisis lacaniano madridMiguel Alonso abrió la presentación destacando, en primer lugar, el amor de Zacarías hacia Retrato del artista adolescente, pero también el amor que el Retrato… siente por Zacarías. Éste haría un trabajo tan exhaustivo, que Retrato… le entrega confidencias que ni el mismo Joyce podía sospechar. Para ilustrar esta entrega, Alonso evocó la greguería de Gómez de la Serna: “Ponle un anillo de oro a la idea y la harás tuya”. En segundo lugar, señaló la posición de Zacarías como escritor, dejándose ordenar por el azar, que se manifiesta como un dejarse arrojar como un dado en un juego cuyas casillas están conformadas por los murmullos y estruendos del lenguaje joyceano. En tercer lugar, tomó El tejido Joyce como un hilo de Ariadna, en tanto permite que no nos perdamos en el “caosmos” joyceano, del cual, el mismo Joyce tuvo que salir a través de su invención sinthomática. En cuarto lugar, situó a Zacarías Marco como el hereje que quedó tocado en su propio ser por la novela de Joyce. Hereje, en tanto armoniza con el lenguaje rupturista de Retrato… Para finalizar, Miguel Alonso se detuvo en consideraciones acerca del carácter de Zacarías Marco como testigo privilegiado dentro de ese Otro universal creado por Joyce para validar su obra.

Sergio Larriera, por su parte, calificó El tejido Joyce como un texto sorprendente, pues en él descubre a Zacarías Marco como escritor. Retomando la palabra amor, hizo referencia al nombre y al apellido del autor. Los significó en el sentido de: “macro amor”, así como el nombre, Zacarías, contenía la palabra “azar”. Estas circunstancias tendrían una clara articulación con su biografía, donde veríamos al geógrafo, cartógrafo, historiador, facetas que estarían todas presentes en su construcción como escritor.

También señaló su formación como psicoanalista. Lacan sería algo más que una compañía, pues aporta una perspectiva para enfocar una lectura. Lacan estaría presente desde el comienzo de su formación como escritor, al igual que lo estuvo Samuel Beckett y J. Joyce. Ilustró el aspecto de tejido, contenido en el título, como una urdimbre, una serie de hilos que van a constituir el sostén sobre el cual se tejerá la trama. En esa urdimbre, el papel fundamental sería el de Lacan, pues estaría en todas las cuerdas que se constituyen como trenzas con otros autores, Richard Ellmann, Umberto Eco, Derrida, etc. Zacarías sería, en esta urdimbre, el tejedor tejido.

Destacó Larriera la quinta tirada del libro, esa parte del texto en el que Molly Bloom está fuera del retrato, pues Joyce no ha constituido todavía la relación con una mujer. Ésta aparece todavía fugaz e idealizada en las epifanías. Al contrario que Molly Bloom, una afirmación categórica, un sí carnal. En este sentido, resaltó la conexión que Zacarías realiza con el Étant donnés de Marcel Duchamp.

Sergio Larriera dio una gran significación a la llegada de Zacarías Marco al psicoanálisis, como lugar propicio para resolver las contradicciones que el contacto con la literatura y el arte producen. El tejido Joyce sería un texto que, además, permitiría, a quienes no pertenezcan al campo del psicoanálisis, iniciarse en el estudio del mismo.

tejido Joyce escuela psicoanálisis lacaniano madrid 1Miriam Chorne calificó El tejido Joyce como un libro ambicioso, por diversos motivos, entre ellos el intento de introducir en el mundo lacaniano a la multitud de interesados en la obra del escritor irlandés, tratando de levantar alguno de los malentendidos más habituales, así como introducir el hallazgo que supuso el concepto de sinthome. Pero también encontramos la prudencia, dado lo inabarcable que resulta el universo bibliográfico joyceano y lo que eso supone a la hora de abordar una lectura propia. Abordó a continuación la conexión entre arte y vida, cuestión fundamental en Joyce, quien tenía una gran capacidad para tomar las cosas dichas por otros como material para transformarlas en obra artística, a lo cual Richard Ellmann nombró como “Plagio inspirado”. Recoge Miriam Chorne en su intervención referencias a la carencia paterna de Joyce, así como a Molly Bloom, la mujer que dice el sí carnal, “un impulso vital que pareciera ser la versión femenina del sagrado decir sí de Zaratrusta”.

Resaltó a continuación la extraordinaria capacidad de síntesis que Zacarías Marco muestra en la Adenda lacaniana, aportando diferentes respuestas de psicoanalistas estudiosos de Joyce en relación a la cuestión del síntoma, la imposición de palabras y el sinthome, señalando la dificultad de precisar dichos conceptos en relación al saber hacer joyceano.

Miriam Chorne evocó, finalmente, la pregunta de Zacarías: “¿qué hace que la literatura de Joyce sea artística?” La cuestión sería que Joyce, al contrario que otros locos de la literatura, busca compartir su humor y musicalidad aspirando a convencer al mundo, a cambiarlo. Una forma, por otra parte, de contener la imposición de palabras y desactivarla jugando gozosamente con ella y dejándose jugar. El tejido Joyce, para Miriam Chorne, hablaría del movimiento por el cual James Joyce consiguió que la entrega de su vida a la escritura se hiciera bucle, invirtiéndose en una vida sostenida, amarrada por la escritura.

Miguel Alonso

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