¿A QUIÉN SE ATIENDE?

A nuestras consultas nos llegan adultos con su malestar propio, a los que atendemos directamente. También nos solicitan a veces por un problema surgido en la convivencia de pareja, por ejemplo los celos, que lleva frecuentemente a una solicitud por parte de los dos miembros de la pareja, en cuyo caso se atiende en función de la demanda, teniendo en cuenta siempre que el trabajo posterior se realizará con quien quiere, uno o los dos, hacer un trabajo para aliviar su sufrimiento.

Finalmente, nos llegan adultos que nos traen la preocupación por sus hijos. Atendemos tanto a niños como adolescentes cuando se hace necesario y haya consentimiento. La premisa es que ningún tratamiento se puede hacer sin el compromiso expreso del paciente, con independencia de su edad. Todo paciente es un sujeto de pleno derecho.

Organizamos nuestra consulta teniendo en cuenta estas variedades de demanda en tres grupos, habida cuenta su sintomatología específica: